jueves, 12 de junio de 2008

Sólo para borrachos, adoloridos y abandonados

¿Quién no recuerda aquella imagen de la película Dos tipos de cuidado (1953) en la que Pedro Infante y Jorge Negrete, acompañados de sus respectivos mariachis, cantan a sus amadas al pie de su balcón? Y es que para más de uno esta imagen es la representación del romanticismo en el sentido más puro de la palabra.








Esta música conocida como “mexicana”, “vernácula” o “ranchera” aquella en la que, con un lenguaje sencillo y cotidiano, se hace referencia al ambiente propio del rancho y su entorno, paisaje, tradiciones, indumentaria, gastronomía, oficios y faenas, relaciones sentimentales, estados de ánimo. El Diccionario de Mejicanismos de Francisco J. Santamaría , contiene las siguientes definiciones que bien pueden permitirnos comprender de forma más precisa a este género musical:

Rancho.- Hacienda o finca de campo, pequeña, modesta o humilde. /Sitio.
Ranchero.- Campesino, labriego, habitante de un rancho.
Campirano.- Hombre entrenado en las faenas del campo, y diestro en la equitación y en los ejercicios de lazar, colear y jinetear animales.

Para las canciones que no son específicamente rancheras pero que se enmarcan en formatos y estilos nacionales quizá lo más adecuado será llamarlas vernáculas o típicas, atendiendo a las definiciones más usuales, como:

Vernáculo.- De la propia casa o del propio país. Doméstico, nativo.
Típico.- Propio de un sitio, persona o cosa. /Que corresponde a un tipo determinado.



Allá en el rancho grande

Las Canciones Rancheras tienen un origen rural. Con el movimiento migratorio de la población campesina hacia las ciudades desde principios del siglo pasado, y con el surgimiento de radio, disco y cine, ligado fuertemente, al sentimiento nacionalista al concluir la revolución, se compusieron centenares de canciones “a la campestre”, se imitó con mayor o menor grado el lenguaje rural con sus modismos: asté por usted, dispierta por despierta, quero por quiero, ansina por así, etc. algunos ejemplos son: “Adiós Mariquita Linda” (1925) de Marco Antonio Jiménez, “Allá en el Rancho Grande” (1927) en arreglo de Silvano Ramos.En esta década, el género conocido como “canción ranchera” distaba del estilo inseparable del mariachi que ahora se conoce.

En los años 30as la nueva canción ranchera se manifestaba sobre todo en la modalidad de son alegre, campirano y ranchero. El nuevo estilo bravío de la música ranchera fue representado por Lucha Reyes. La canción bravía, escrita en tono mayor, era agresiva y afirmativa; si el tema era amoroso, adoptaban un tono exigente y fanfarrón.

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El Diccionario de Mejicanismos de Francisco J. Santamaría, Edit. Porrea, S.A., México

El descubrimiento del charro cantor en la película “Allá en el Rancho Grande” presentaba a Tito Guízar como un “charro rosa” y fue la mejor afirmación de un nuevo estilo.



Yo soy borracho… les gritaba y soy buen gallo

En el cine se fue perfilando el “ídolo” popular: charro valiente, parrandero y jugador, siempre listo con la pistola, siempre enamorado, pero también con un profundo desprecio a la mujer, celoso, bravucón, borracho y dicharachero, idolatrante de la Virgen de Guadalupe y ante todo con una gran simpatía personal. Algunas de las figuras que destacan en el cine como “machos” mexicanos son: Jorge Negrete y Pedro Infante; cantantes y actores que divulgaron a nivel nacional e internacional la moderna canción ranchera, que hablaba de amores y despechos, borracheras, lágrimas y desplantes.



Otros temas inspirantes de la canción ranchera fueron el alcohol, el corrido de nota roja, el abandono, el desdén y el elogio de provincia al lado del machismo y la afirmación nacionalista.
A partir de esta década, puede considerarse al mariachi como definitivamente incorporado a la canción ranchera.
En cuanto a la música los interpretes ya clásicos del género ranchero de esta época son:
• Pedro Infante link (Las Mañanitas)
• Jorge Negrete link (México lindo y querido)
• Luis Aguilar link (Un chorro de voz)
• Miguel Aceves Mejía link (El pastor)
• Francisco el “Charro” Avitia link (Juan Charrasqueado)





Yo sé bien que estoy afuera

La década de los años cincuenta significó para la canción mexicana una ruptura con las tradiciones anteriores. Nuevos estilos, modas desarrolladas y nuevos géneros, hicieron su aparición. Uno de los personajes más importantes, además de Pedro Infante, fue el compositor José Alfredo Jiménez, el cual ha trascendido hasta nuestros días por ser uno de los compositores más grandes que México ha tenido. Por otro lado la imagen del mexicano, borracho, parrandero y jugador,que José Alfredo Jiménez muestra en las letras de sus canciones en esta década, puede ser la causa de que actualmente a nivel nacional e internacional la figura del charro y la música ranchera se ha ido deteriorando.

Sombras nada más por tu maldito amor

En la década de los sesentas, la aparición del bolero ranchero en la voz de Pedro Infante, fue un boom que causo sensación en todo México. Después de su fallecimiento, quien tomó su lugar en la música fue Javier Solís, que consiguió que el bolero ranchero perdurara hasta la fecha, pero desgraciadamente en 1966, tras su muerte, la canción volvió a sus antiguos cauces.Ejemplo de esto es que ya en la década de los setentas personajes como Vicente Fernández arrancaron su carrera con el estilo bravío que había caracterizado los inicios de la música vernácula. Pero algunos otros como Guadalupe Trigo,modificaron el verdadero estilo de la música ranchera, al mezclarse con otros estilos como el norteño y romántico, que produjeron un estilo confuso en el resto de la producción más reciente.

Al igual que Fernández,algunos otros intérpretes como Juan Gabriel, Lola Beltrán,
Enriqueta Jiménez “la Prieta Linda”, Amalia Mendoza “la Tariácuri”,Antonio Aguilar,forjaron los acordes de la música mexicana como la conocemos actualmente , los cuales iniciaron la lucha a la que se enfrenta hoy en día este género musical : el olvido. Ritmos como la balada, el rock , la salsa, comenzaron a llenar las pantallas de televisión y las estaciones de radio.

México Lindo y Olvidado

En nuestra generación ocurre un fenómeno curioso.Al preguntar por cantantes de música vernácula, el primero que se viene a la mente es justamente del que hablábamos en las líneas superiores: Vicente Fernández, pero parece que fuera de él no hay otro que pueda ostentar el título de líder del género, Alejandro Fernández, Pepe Aguilar, Pablo Montero son otros nombres que se escuchan a menudo pero que han tenido que buscar en géneros musicales alternos como el pop o la balada su proyección a otros mercados. La pregunta que surgiría entonces es porqué no hay más talentos dentro de la música tradicional mexicana que logren triunfar frente al público.
Expertos y cantantes del género opinan que la escasez de intérpretes se debe,en gran medida a la presión que ejercen las disqueras y a la falta de constancia de aquellos que llegan a intentarlo.
“La falta de talentos en la música vernácula se debe en gran parte al temor de los cantantes jóvenes”, asegura Hernán Villarreal, promotor de la disquera Sony BMG México, sello al que pertenecen Vicente y Alejandro Fernández.

"Falta gente que se aviente, nuevos valores que se decidan a incursionar cien por ciento a eso (al género vernáculo). Falta que piquen piedra un poquito", comenta.
En algún momento cantantes como Raúl Sandoval, ex integrante de La Academia, José Julián y Rodrigo Fernández, supuesto hijo de Vicente, intentaron posicionarse dentro del género, sin obtener resultados, aunque éste último editó un material discográfico que a pesar de tener calidad en producción y compositores fue superado por los chismes de la farándula ante la relación con su padre.

Otro factor en el que los entrevistados coinciden es que la falta de compositores ha mermado la producción para este género, por ejemplo Humberto Estrada con “Como quien pierde una estrella” tema cantado por Alejandro Fernández logró en 1996 que la música mexicana se volviera escuchar en las estaciones de radio de FM y se posicionara en el gusto de los jóvenes al permanecer 10 semanas seguidas en las listas de popularidad de radiodifusoras estrictamente juveniles denotando que a los jóvenes nos interesa que la música ranchera nos conquiste pero con una combinación de buena voz, buen porte, buen equipo, buena música, buena promoción.

Guillermo González, director de productora Class Music y quien durante un tiempo manejó la carrera del interprete Pedro Fernández opina que en la mayoría de las ocasiones, la desconfianza de los nuevos talentos se debe a la falta de credibilidad de las compañías disqueras.
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Según la revista Billboard de junio de 1996

"La industria no cree en esto (la música vernácula). No saben cómo desarrollarla, quieren que un artista venda rápidamente muchos discos y venda conciertos, si no... el que sigue y el que sigue", afirma el ejecutivo.

Por otro lado,Pepe Martínez, director musical del Mariachi Vargas de Tecatitlán, quien cuenta con 33 años de experiencia y que ha acompañado a cantantes como Lucero, asegura que estos prospectos están escasos por el desinterés de los productores.
"Nosotros como mariachi hemos grabado unos discos muy buenos, con sonidos preciosos y con muchachos que cantan muy bien, que tienen presencia, son carismáticos, pero los ofrecemos y nada más no los quieren", señala.
Aquí se presenta otra dificultad: la nula existencia de espacios para promover en los medios como radio y tele a los talentos que buscan en la música vernácula su carta de presentación, las disqueras no se arriesgan porque no venden pero no venden porque no los promocionan.

Cifras del Instituto Mexicano de la Radio IMER documentan que de 1998 a la fecha las radiodifusoras que tenían este género como columna vertebral de su programación se han reducido alarmantemente debido a la fusión que realizan con otros géneros: banda, reaggetón, salsa o en caso más extremos el cambio radical de contenido. Ejemplo de esto es 89.7 Morena FM que surge en 1994 como la única emisora en el cuadrante FM de corte vernáculo ,propiedad de NRM Comunicaciones y que permaneció al aire siete años hasta que por situaciones con patrocinadores y bajos niveles de audiencia deciden cambiar a lo que hoy es el concepto Oye 89.7 "Siempre Hits", dirigida al segmento juvenil pop musical, uno de los mercados más privilegiados dentro de la comercialización de radio en el país.

Al día de hoy pocas estaciones de corte vernáculo sobreviven.Una de ellas es Radio Sinfonola 1410 AM “La estación el barrilito” que cambio su eslogan a “La más perrona” emisora integrante de Núcleo Radio Mil y que naciera en 1953 con la intención de llevar música campirana atendiendo a una numerosa población que emigraba del campo a la Ciudad de México. Actualmente es la única que tiene en su repertorio desde Pedro Infante, Vicente Fernández ,Juan Gabriel o Tata Nacho.

El perfil y nivel de audiencia es el siguiente: Nivel socioeconómico D+ (Clase Media Baja),el cual está compuesto por personas con un nivel de vida austero y bajos ingresos. Los jefes de familia tienen actividades tales como obreros, empleados de mantenimiento, empleados de mostrador, chóferes públicos, maquiladores, La mayoría de los hogares de este nivel cuenta con un televisor y/o equipo modular barato. Uno de cada cuatro hogares tienen videocassettera y línea telefónica. Asisten a parques públicos y esporádicamente a parques de diversiones. Suelen organizar fiestas en sus casas. Toman vacaciones una vez al año en excursiones a su lugar de origen o al de sus familiares. Cuando ven televisión su tipo de programación más favorecida son las telenovelas y los programas dramáticos. La audiencia de Radio Sinfonola está compuesta por 53% hombres y 47% mujeres de 36 años en adelante.

Su director artístico desde hace más de 30 años Gustavo Alvite,nos comenta:

“Es muy frustrante ver el aumento del malinchismo en este país. (Además) de que es indignante que no exista apoyo para los que promovemos la música mexicana aquí y en el mundo", declaró.
“Aunque Sinfonola tenga un buen nivel de audiencia se necesita un programa donde los chavos conozcan la música vernácula, que no sólo la relacionen con la bebida y los borrachos, debemos lograr que se sientan orgullosos de su tierra. Me gustaría mucho que conocieran su historia musical, al verdadero mariachi y no el que se hace con sintetizadores", apuntó.

“Actualmente considero que nuestra estación es una de las pocas que continua con el objetivo que tenía desde sus inicios difundir la música vernácula.Antes había de a montón, pero ahora puras estaciones de música pop o moderna con todos esos ritmos nuevos; encima de eso, hay demasiado en inglés, sólo



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http://www.economia.com.mx/nivel_socioeconomico_d_clase_media_baja.htm
Según la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercados (AMAI

en provincia se llega a escuchar algo de lo que se hace aquí. Qué triste que el Distrito Federal, siendo un gran trampolín para difundir a los artistas de otros países, no lo sea para su música", insistió.
"Es una pena que en el extranjero se valora más nuestra música, se enorgullecen de gritar a los cuatro vientos que les gusta. Espero que no llegue el día en que digamos: nadie sabe lo que tiene hasta que lo perdimos". www.lamasperrona.com.mx

Y es que a pesar de conflictos y limitaciones radio Sinfonola lleva más de 58 años en el gusto del público con programas como “La Hora de Pedro Infante” que lleva los mismos 58 años con un nivel de audiencia superior a muchos de los programas actuales, la hora dedicada a Vicente Fernández ha pasado de ser la hora para ser las horas de Vicente Fernández, quien en entrevistas ha declarado:
"Yo no puedo quejarme, nunca me han dejado de tocar las radiodifusoras de ranchero y ahora también las de pop. Pero también siempre digo que las radiodifusoras no deberían dejar perder nuestras raíces porque casi no tocan música ranchera"
La apertura en radio y televisión no se debe sólo a la trayectoria y el significado de la música de Vicente, sino a la falta de tenacidad de los nuevos prospectos que claudican en el primer intento, señala Alvite.
"Los espacios seguirán estando ahí. El mercado no está monopolizado por Vicente. Creo que falta alguien que tome en serio ese papel y se desarrolle dentro del mismo género", dice el directivo.

Adicional a esto hay que pensar que antes se consideraba únicamente a la tele o radio para difundir nuestra música, sln embargo con la llegada de Internet la posibilidad de aperturar estaciones de radio especializadas e independientes que apoyen a esta música será talvez una solución cercana a este olvido de hace años
A pesar de todo se confía en que la tradición vernácula jamás desaparezca por ser parte esencial de la cultura musical mexicana.

Y mientras surgen nuevos talentos que defiendan los sonidos nacionales, Gustavo Alvite, afirma que él mismo y sus compañeros de género lucharán hasta el final para que el sonido del mariachi nunca deje de sonar.
"Llevamos la música en la sangre, somos gente que amamos la música mexicana, hemos luchado y trabajado y seguiremos hasta el final", expresa.

Fotografía Especial


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