martes, 8 de abril de 2008

El alcohol no tiene edad

Adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta.
Aristóteles



Los porqués de la propuesta



La encuesta sobre Consumo de Drogas en Estudiantes dada a conocer en julio de 2007 revela que la edad media de inicio en el consumo de alcohol entre los escolares es de 13.6 años, lo que representa un aumentó de 15.2 a 17.8 por ciento sólo en la Ciudad de México.
Es en este lugar donde al menos 700 mil menores de edad tienen problemas por consumo excesivo de alcohol y esta enfermedad se localiza en el cuarto lugar de las diez principales causas generadoras de discapacidad. Un 80% de las muertes registradas entre adolescentes se deben a causas violentas y dentro de ellas las relacionadas con drogas o alcohol representan el 50%, existiendo un mayor porcentaje de suicidios en los adictos a estas sustancias.
Son estas cifras las que llevaron al el diputado del Partido Nueva Alianza de la Asamblea Legislativa (ALDF), Fernando Espino Arévalo, a presentar una iniciativa de reformas a la Ley de Establecimientos Mercantiles de esta ciudad, para que, de entrada, cualquier negocio tenga prohibido vender cualquier tipo de bebida alcohólica a los menores de 21 años.
“La autoridad no puede ser omisa ante este grave problema de salud pública; las estadísticas así lo demuestran”, es por eso que con las dichas modificaciones la primera ocasión que sea detenido un conductor en estado de ebriedad se le suspenderá el permiso o licencia por un año y estará obligado a someterse a un tratamiento contra esa adicción, por un período mínimo de seis meses.La segunda ocasión, la suspensión de sus documentos será hasta por tres años, y en la siguiente reincidencia la suspensión será de manera definitiva.
En nuestro país este intento de reforma no es el único que se ha propuesto con respecto al consumo de alcohol ,ya desde el porfiriato existieron innumerables acuerdos, decretos, normas y reglamentos enfocados básicamente a la oferta, es decir, a la aprobación de permisos para la venta, circulación, distribución y consumo de bebidas alcohólicas ignorando la parte de legislación en torno a la demanda, la prevención y la educación (Berruecos, 2001). [1]
Ya más recientemente acciones oficiales importantes fueron:la creación del Consejo Nacional contra las Adicciones que actualmente funciona con poca capacidad ejecutiva, escaso presupuesto y personal el cual que debe atender no sólo la adicción al alcohol, que es el principal problema de drogas en México, sino a otras enfermedades provocadas por el consumo excesivo, otros modelos preventivos son:Para vivir sin drogas de la SEP y Construye tu vida sin adicciones –Secretaría de Salud- y no olvidemos el Instituto Mexicano de la Juventud tiene desde hace 12 años un programa denominado PREVEA (Programa Nacional Juvenil para la prevención de las adicciones).
Sln embargo la pregunta es y será si estos programas y este intento de reforma tendrá algún beneficlo real pues es sabido ya que el alcohol llegó para quedarse y así ha sido por miles de años y por lo visto seguirá siendo.
Y es que conseguir alcohol no es difícil, de hecho hay infinidad de antros, bares y establecimientos que venden bebidas a menores por una módica cantidad si eres hombre y si eres mujer basta con ir bien arreglada o un buen escote para convencer al vendedor.



Un ejemplo



Garibaldi, lugar de alcohol, mucho alcohol, uno de los únicos lugares en el Distrito Federal donde se puede beber libremente en la calle, al igual que en sus cantinas: el Tenampa, el Rincón del Mariachi, el salón Tropicana, lugar que alberga a los paseantes jóvenes o mayores que buscan pasar un buen rato acompañado de un tequila, cerveza, whisky, ron o mezcal.
Basta visitar la plaza en días de quincena donde la moda ahora es reunirse con bolsa del Oxxo o Seven en mano, cargados con un big refresco de cola o toronja, acompañado por un six de cervezas o una botella de Presidente o si bien les va un Tequila don Ramón y ya para los muy urgidos un Anís del Mico o un mezcalito en botellita de plástico, el lugar es lo de menos, acomodan las bebidas en el templete de la plaza y ante Santa Cecilia patrona de los músicos, la fiesta inicia sen tener fin.
Nos acercamos a una de estas minifiestas, los invitados tendrán por su rostro a lo sumo unos 15 o 16 años, pero la edad no les impide estar bien armados con botella de Bacardi y varias latas de cerveza ,- ¿Dónde compraron su botella y las cervezas?, les pregunto, “ En la vinatería- señalando una pequeño lugar que se ve a lo lejos y que se alumbra únicamente con un pequeño foco- ¿Y a poco no les pide credencial ni nada?,-Nel, se ríe Javier, voy yo que tengo más cara de señor y pus la técnica es la actitud, si te ven con miedo, nomás te dicen no , no te vendo pero si al contrario llegas ya acá a saber que pedir y como pedirlo, ni se fijan en ti.
-¿Y de dónde sacan el dinero para pagar?- preguntó- “ nos cooperamos, entre todos , mira ahorita somos 8 y al ratito llega la demás bandera, o a veces ya sabemos que tal o cual día vamos a venir y entonces pedimos para un libro o algo así y pues lo juntamos entre todos”, asienta el Javi como le dicen de cariño.


-¿Ustedes creen que si la ley de compra de alcohol para mayores de 21 años se aprobara ustedes podrían seguir comprando sin problemas?-
-Yo creo que si, dice Leslie, novia del Javi desde hace dos semanas, o a lo mejor un tiempo si van estar muy vivos viendo quien compra , pero después se les olvida y ya regresaríamos a lo mismo-
"Está bueno ir probando cosas nuevas. Me ha pasado que he tomado algo que sabe horrible, pero no importa me lo termino. Prefiero las mezclas porque hacen efecto más rápido", confiesa Marcelo, de 16 años. Sus compañeros, Valentín y Nicolás, reconocen que es imposible pasarla bien si no toman para "alegrarse". "Casi todos tomamos cerveza. Después de unos vasos, ya nos gustan otras cosas, como el ron", detallaron.
Los adolescentes reconocieron que el que no se emborracha es un aburrido, y agregaron que en este aspecto no hay diferencias entre mujeres y varones. Los chicos, que en 2008 cursarán el último año de la secundaria de un colegio de la zona centro, relataron que debido a que en las tardeadas de la colonia nada más les sirven refrescos, prefieren divertirse aquí en Garibaldi, donde pueden beber alcohol.
Nos alejamos de la fiesta del Javi y sus amigos , volteamos la mirada y se nos obliga a contemplar a algunos de los contemporáneos mariachis, con su celular amarrado al cinto y moviendo las caderas a ritmo de El mariachi loco, minifiestas como las anteriores se ven en grandes cantidades ,en algunas cantan, en algunas ríen sin parar. La medianoche nos encuentra con Memo quien esmerado en hacerse entender arrastra la lengua para hablar, dice que la fiesta no se puede dar sin la música ranchera, "el alcohol ayuda a soltar el cuerpo", su edad afirma es de 18 pero sus amigos lo delatan y dice que apenas los cumplirá en diciembre de este año.
“Aquí me gusta venir porque nadie me molesta ni me juzga por mi edad, si soy menor ¿y?, igual pago mis cheves”
-¿Dónde las compraron?,pregunté,- ahí , señalando un puesto ambulante que tiene una cantidad inmensa de botellas al frente y que tiene una tina con hielo que alberga a las cervezas que pronto se convertirán en micheladas al ser depositadas y sancochadas con la sal que se encuentra ya embarrada en los vasos de unicel de un litro de capacidad ,la seño me da buen precio ve y pregunta- asienta el Memo.
Nos acercamos al lugar, la encargada de no más de 30 años nos recibe con el clásico: “ Que le servimos güerita hay micheladas, tequilas, cubas usted pida”,miramos el menú y nos percatamos que aunque los policías se encuentran sentados en una banca de la plaza justo delante del puesto, la señorita despacha a jóvenes y muy jóvenes, grandes y muy grandes.
Escenas como estas escucha a diario el doctor Gustavo José Marangoni, especialista en alcoholismo y adicciones. "El fenómeno cultural incorporado entre los jóvenes es beber buscando el efecto. Alcoholizarse se ha convertido en un hobby. En todos los tiempos, la bebida ha establecido un encuentro entre grupos o personal; si había efectos, casi siempre eran inconscientes. Pero la nueva modalidad adolescente es tomar con la intención de intoxicarse", detalló.
El experto explicó que el objetivo de los jóvenes con el consumo de alcohol es conseguir un estado de euforia, bienestar, excitación y autosuficiencia. "El problema es que cuando uno bebe, la asimilación es lenta. Pero los chicos buscan resultados rápidos, por lo que pueden pasar al otro extremo: empezar a sentir sueño, estupor y hasta sufrir un paro respiratorio. Al buscar sólo el efecto, están poniendo en riesgo sus vidas", dijo.
Según las estimaciones del especialista, director de la Fundación CAI (Centro de Atención Interdisciplinaria del Centro de Integración Juvenil de la delegación Cuauhtémoc), entre un 60 % y un 70 % de los jóvenes se alcoholiza cada fin de semana. "Hay muchos casos de pre comas alcohólicos, que no se conocen porque no llegan a los hospitales. Los chicos terminan muy mal, pero se cubren entre amigos y los padres ni se enteran", consideró. "Los controles son necesarios, pero el grado de efectividad que alcanzan es relativo porque es imposible controlar en todos los locales donde se vende alcohol, yo tengo la opinión que con subir la edad el problema no se va acabar afirma. Es más importante la prevención, desde antes de los 13 años que es la edad promedio en la que actualmente los adolescentes están empezando a beber ", destacó el experto.
¿Copia a Estados Unidos?
En el año 1984,en Estados Unidos el Congreso promulgó la ley llamada National Minimum Drinking Age Act. Por medio de la promulgación de esta ley se estableció que la edad mínima legal para consumir bebidas alcohólicas es 21 años. Desde entonces, se han registrado los siguientes cambios:
Disminuyó la cantidad de adolescentes que consumen bebidas alcohólicas. Actualmente, el número de estudiantes en el cuarto año de la escuela secundaria (preparatoria) que consumen alcohol se ha reducido en un 21 por ciento respecto del año 1983.
La cantidad de accidentes fatales de auto relacionados al consumo de bebidas alcohólicas que involucraba a conductores adolescentes se ha reducido por más de la mitad. De 22 accidentes por cada 100,000 conductores de entre 15 y 20 años de edad en 1982 a 10 accidentes por cada 100,000 conductores de la misma edad en el 2003.
El establecimiento de la edad mínima para consumir bebidas alcohólicas ha prevenido aproximadamente 22,000 muertes relacionadas al consumo de alcohol – casi 900 vidas por año.
Sin embargo volvemos a caer en el error de intentar copiar a nuestro vecino del norte, cuando ni nuestra cultura ni nuestra educación es la misma, talvez será cuestión de probar pero mientras tanto la plaza de Garibaldi por ejemplo es un lugar en el que el amor y la amistad se confronta a balazos de tequila no importando ley alguna y en donde chicos y grandes disfrutan igualmente de este néctar entorpecedor que si no lo consumes es igual de divertido ver al que si lo hace.




-Berruecos Villalobos, Luis A. “El alcoholismo en México: situación actual y perspectivas”. En: Alcoholismo: Visión Integral. Rafael Velasco Fernández, (Ed.). México: Trillas, S.A., 1988: 74-92
-La Gaceta.com ,Instituto para el Estudio de las Adicciones http://www.ieanet.com/index.php?op=InfoNoticia&idNoticia=26012
- Federal Trade Commission/Don´t Serve Teens/No le Servimos a Menoreshttp://www.dontserveteens.gov/espanol/legal.html
[1] Berruecos Villalobos, Luis A. “El alcoholismo en México: situación actual y perspectivas”. En: Alcoholismo: Visión Integral. Rafael Velasco Fernández, (Ed.). México: Trillas, S.A., 1988: 74-92

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